Por: Bruno Guerrero
Tras más de 70 años de genocidio y ocupación ilegal del territorio palestino por parte de Israel, y especialmente tras el recrudecimiento de los ataques israelíes desde el 7 de octubre de 2023, se ha alcanzado en los últimos días un acuerdo de alto al fuego. Este pacto supone una pausa en la violencia y en las muertes masivas de miles de palestinos inocentes. Durante 15 meses de arremetidas incesantes contra el pueblo palestino, al menos 42 mil personas fueron asesinadas en la Franja de Gaza y más de 7 mil fueron encarceladas, incluidos cientos de mujeres y niños. Muchos de estos prisioneros no tuvieron acceso a un proceso judicial y fueron juzgados en tribunales militares.
El 16 de enero de 2025, cinco días antes de la investidura de Donald Trump y tras un año de mediación por parte de Estados Unidos, Catar y Egipto, Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo de cese al fuego. Este pacto se desarrollará en tres fases: 1) una tregua inicial durante la cual se negociarán los términos para la implementación de la segunda fase; 2) el fin definitivo de la guerra mediante la construcción de una llamada "paz sostenible" y la liberación de los últimos rehenes; y 3) la reconstrucción de Gaza, junto con la devolución de los cuerpos de los rehenes fallecidos.
En esta primera fase del acuerdo, Israel y Hamás han pactado una tregua con una duración de 42 días. Durante este periodo, Hamás se ha comprometido a liberar a 33 rehenes israelíes en tres etapas: primero a mujeres civiles, luego a mujeres militares y, finalmente, a hombres mayores de 50 años o con problemas de salud. De forma paralela, 737 prisioneros palestinos serán excarcelados y devueltos a Palestina.
Aunque el acuerdo de alto al fuego estaba programado para comenzar el domingo 19 de enero a las 8:30 de la mañana, hora local, este fue retrasado hasta las 10:15 debido a la negativa de Israel de detener los bombardeos en la Franja de Gaza. La demora se originó porque Hamás tardó en entregar la lista de los tres primeros rehenes que serían liberados, argumentando "problemas técnicos sobre el terreno", el cual seguía siendo bombardeado en el momento de la entrega del documento.
Tras el cese al fuego, Hamás liberó a tres rehenes israelíes: Doron Steinbrecher, una enfermera veterinaria de 31 años; Romi Gonen, de 24 años, secuestrada durante un ataque de Hamás en el festival Nova; y Emily Damari, de 28 años, capturada en un kibutz ubicado en la frontera con Gaza. Por su parte, Israel liberó a 90 prisioneros palestinos, incluidos 69 mujeres y 21 menores de edad, entre ellos Khalida Jarrar, destacada líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
El domingo 19 de enero, después de la firma del acuerdo, miles de personas emprendieron el regreso a una Franja de Gaza que presenta al menos 169 mil edificios dañados o destruidos, lo que equivale al 60% del total de las edificaciones existentes antes de la última escalada.
Ante este escenario persisten muchas preguntas respecto a la segunda fase de las negociaciones con el gobierno israelí, la reconstrucción del territorio palestino, e incertidumbre sobre el respeto al cese al fuego acordado, dadas las repercusiones políticas para el mandato de Netanyahu. Dos partidos de extrema derecha han advertido que abandonarían la coalición de gobierno si el acuerdo se lleva a cabo, lo que podría hacerle perder su mayoría en la Knesset, el parlamento israelí.