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8M: Raíces Socialistas y la Lucha por los Derechos de las Mujeres en México y en América Latina

Internacional

Por Adriana Marín


El 8M posee una raíz socialista más profunda de lo que comúnmente se reconoce en la narrativa actual sobre la lucha feminista y en el imaginario colectivo. Su origen se remonta a la trágica matanza de 120 trabajadoras textiles que, en 1857, salieron a protestar en Nueva York en defensa de sus derechos laborales. Cincuenta y un años después, en 1908, el Partido Socialista de los Estados Unidos convocó una manifestación en la que aproximadamente 15 mil mujeres obreras tomaron las calles para conmemorar aquella lucha. Posteriormente, en 1921, la dirigente socialista Clara Zetkin, una ferviente defensora de los derechos de las mujeres desde una perspectiva anticapitalista, proclamó en un congreso de mujeres socialistas el 8 de marzo como una jornada de lucha del feminismo socialista, dotándolo de un carácter esencialmente proletario, socialista y obrero. En México, la historia del feminismo tiene parte de sus orígenes en el Primer Congreso Feminista de Yucatán, celebrado en 1917, donde se exigieron derechos fundamentales como la educación sexual, la participación política, el derecho al trabajo, el sufragio y una educación laica.


Si bien en los últimos años la lucha feminista ha tendido a centrarse en cuestiones de identidad y ha perdido parte de su enfoque de clase, la resistencia antipatriarcal sigue vigente en toda Nuestra América. En Argentina, desde 2015, el movimiento “Ni Una Menos” ha concentrado sus esfuerzos en la erradicación de la violencia de género. Este año, la convocatoria del 8M se enmarca en una lucha antirracista, antifascista, antipatriarcal, campesina y anticapitalista, en respuesta a las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei que afectan los derechos de las mujeres y de la clase trabajadora. En Colombia, la protección de las infancias alcanzó un hito histórico con la eliminación del matrimonio infantil. En Brasil, el 8M coincidirá con la sexta Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, bajo el lema: “Contra las guerras y el capitalismo, por la soberanía de los pueblos y el Buen Vivir”. En Bolivia, las demandas feministas incluyen la mejora del sistema de salud, la ampliación de la cobertura para el sector informal, el cumplimiento y fortalecimiento de los programas sociales y el reconocimiento del trabajo de cuidados como una labor digna y remunerada.


El 7 de marzo de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum, en compañía de Citlali Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres, y expertas en la materia como Ángela Guerrero, Daniela Moctezuma, Frida Díaz, Carla Salas y Fré Alguer, anunciaron la finalización y próxima distribución de la Cartilla de los Derechos de las Mujeres.


Esta cartilla tiene como objetivo principal difundir los derechos de todas las mujeres en México, abarcando aspectos esenciales como el derecho a la libertad y la felicidad, a vivir en familia con bienestar, a la educación, la salud, la vivienda, la identidad y la autonomía, el acceso a la justicia, la participación política, los derechos digitales, a un trabajo digno con salario igualitario y, fundamentalmente, el derecho a una vida libre de violencia.


La construcción de una igualdad sustantiva y democrática es un anhelo y la distribución de esta cartilla dará prioridad a las zonas rurales, comunidades indígenas y sectores en situación de vulnerabilidad, con el fin de garantizar que todas las mujeres conozcan y ejerzan sus derechos.


El 8M es una fecha que se origina en las luchas obreras y con perspectiva de clase, y la Cartilla de los Derechos de las Mujeres es parte de un feminismo interseccional. Hoy más que nunca es una herramienta de lucha ante el avance en nuestros países de expresiones neofascistas que atentan frontalmente la posibilidad de emancipación de las mujeres.


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