Análisis: El 5 de Mayo y la lucha por la soberanía hoy. Entrevista a la Dra. Cristina Gómez - Reflexiones de Sur a Norte
- Internacional
- hace 7 días
- 3 Min. de lectura
Por: Axel García Ancira
Coordinación Internacional del INFP
El 5 de Mayo es una fecha que año tras año se recuerda con un acto solemne, desfiles y discursos. En México, es el día en que conmemoramos la Batalla de Puebla; en Estados Unidos y Canadá tiene un significado un poco más ambiguo, pues, aunque procede del mismo hecho histórico, ante un mismo suceso pueden surgir sentidos, apropiaciones, recreaciones e imaginarios muy distintos. En tiempos en que los discursos racistas en los Estados Unidos han amenazado la paz de nuestros connacionales, y que la comunidad mexicana utiliza esta fecha como un símbolo de resistencia, lucha y dignidad, le solicitamos a la Dra. Cristina Gómez que nos ayudara a hacer la valoración histórica de esta efeméride. ¿Se trata de nuestro 5 de Mayo de la mayor representación de la lucha por la defensa de nuestra soberanía?
Para comprender la Batalla del 5 de Mayo de 1862, es necesario recordar algunos hechos. Se da en el contexto de la crisis económica que había dejado en México la lucha encarnizada entre los conservadores y los liberales. Ante ello, el presidente Benito Juárez solicitó una moratoria a las potencias imperiales: Inglaterra, España y Francia. Una hábil negociación diplomática consiguió que el intento de invasión de Gran Bretaña y de España pudiera ser frenado; sin embargo, los franceses continuaron tierra adentro. ¿Por qué ocurrió esto? Para la Dra. Cristina Gómez: “Francia quería detener la expansión capitalista de los Estados Unidos. Tener a México como una monarquía constitucional favorable a sus intereses permitiría a Francia expandirse en América Latina y frenar la Doctrina Monroe, que defendía que América era para los americanos. Así que detrás de todo esto había un proyecto geopolítico. Y es aquí donde cobra importancia la batalla del 5 de mayo de 1862. Los mexicanos detienen a los franceses en Puebla”.
La Batalla de Puebla se ha establecido como un hito de fama mundial por la derrota que el ejército mexicano propinó al que en ese momento se consideraba como el más poderoso del mundo. Pero el proyecto expansionista de Francia continuó y fue incentivado por las influencias de las facciones conservadoras que incluso engañaron a Napoleón III, lo que significó que el país volviera a tener un orden monárquico. Sin embargo, es cierto que Maximiliano terminó por defraudar a sus propios patrocinadores y promotores. La historiadora Cristina Gómez explica que Maximiliano de Habsburgo “traía consigo una visión liberal que contrastaba incluso con quienes lo invitaron. Por eso, a lo que ocurrió en 1867 no deberíamos llamarle simplemente ‘la restauración de la República’, como dicen los libros de texto o los historiadores convencionales. Hay que llamarle la Segunda Independencia de México. Porque eso fue: derrotamos a un imperio extranjero impuesto por una potencia europea, con apoyo interno, sí, pero sin legitimidad popular”.
Durante décadas, la celebración del 5 de Mayo fue descontextualizada de su momento histórico, lo que permitía la exaltación de un patrioterismo superficial, desligado de los procesos y del sentido que tuvo en aquel momento y que sigue siendo raíz de las posibilidades históricas hacia el futuro, por haber conseguido, en menos de 50 años, una nueva independencia, esta vez frente al imperialismo francés y austrohúngaro. Si bien hay factores internacionales que también explican la decisión de retiro de las tropas francesas que sostenían al Segundo Imperio Mexicano (recordemos que el primero fue el de Agustín de Iturbide), se cuentan entre las causas internacionales la tensión entre Prusia y Francia, la impopularidad de la invasión entre su propia población, y el reclamo desde los Estados Unidos, una vez liberado de su propia guerra civil.
Con festejos en ambos lados de la frontera con los Estados Unidos, el 5 de Mayo se ha convertido en una fecha de lucha y resistencia. Para las personas mexicanas, representa el derecho de decidir sobre nuestro modelo de país, el control de nuestros recursos y la independencia para resolver los grandes problemas nacionales, sin intervención del ejército de potencias dominantes, entes neocoloniales como el FMI y empresas multinacionales depredadoras.
“Yo sostengo que, por nuestra historia, el pueblo mexicano es profundamente antiimperialista, y especialmente no simpatiza con el imperialismo que más daño le ha hecho, que es el norteamericano. La gente común y corriente lo tiene muy claro. Yo sostengo eso. Es una tesis mía, porque esa lucha está en la historia”, apuntó como conclusión la Dra. Cristina Gómez.
Te invitamos a ver el programa completo: