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Análisis: Lula vs Trump: BRICS, aranceles y caso Bolsonaro. Entrevista a Michele de Mello

  • Internacional
  • 21 jul
  • 6 Min. de lectura

Por: Axel García Ancira

Coordinación Internacional del INFP Morena El 2025 podría ser recordado por los intentos desesperados de los Estados Unidos por mantener su hegemonía mundial y el uso de medidas arancelarias para fortalecer su balanza comercial. No obstante, la implementación de los aranceles no se llevó a cabo de acuerdo con el plan original y ha dado paso a continuos aplazamientos.  Resalta la estrategia de la Presidenta mexicana, –“Serenidad y paciencia” es su lema, citando a una clásica historieta nacional de los años sesenta: Kalimán–   cuya prudencia la posicionó a nivel mundial como una mandataria sensata, que defiende los intereses de su población sin caer en las perversas provocaciones que se buscan desde la Casa Blanca. Para Trump, esto también es parte de una estrategia para fortalecer su narrativa y ganar tiempo ante un electorado cada vez menos paciente, pues el 55 por ciento de la población del vecino país del norte lo desaprueba. Aunque en días recientes México volvió a ser víctima de los beligerantes aranceles -cuyo primer impacto es causar inestabilidad en los mercados- el gigante sudamericano Brasil también está siendo amenazado con aranceles del 50 por ciento, los cuales fueron contestados de manera recíproca por Brasil.  


Aunque la trama no está completa sin otros dos acontecimientos que sucedieron en estos días. Por una parte el encuentro de los BRICS, que Trump se apresuró a calificar como una política antioccidental y antiestadounidense. En sus redes sociales, el Presidente escribió: "Exigimos a estos países el compromiso de no crear una nueva moneda BRICS ni apoyar ninguna otra que sustituya al poderoso dólar estadounidense, o se enfrentarán a aranceles del 100% y deberán decir adiós a vender  en la maravillosa economía estadounidense. ¡Que se busquen a otro incauto!"


El otro acontecimiento que cimbra las relaciones internacionales entre Estados Unidos y Brasil es el caso de Jair Bolsonaro. Los medios corporativos, y grandes transnacionales de la información aducen que esto se trata de una venganza política, ante el encarcelamiento que sufrió el presidente Lula, relacionado con el caso del Lava-jato, y no advierten, como hemos visto en entrevistas del programa Reflexiones de Sur a Norte, que la prisión de Lula fue orquestada mediante lawfare (guerra judicial) por mandato de las élites empresariales desde la Unión Americana.  Para entender a profundidad cómo se produjo esta carambola de tres bandas: BRICS, Bolsonaro, aranceles, entrevistamos a la corresponsal de RT en Brasil, Michele de Mello.



El golpismo de Bolsonaro


¿Cómo se relaciona el tema de los aranceles con la Alianza Bolsonaro-Trump? Michele, en enlace directo, nos explicó en extenso, si cómo decíamos antes esto es una persecución judicial o hay un caso bien fundamentado:


“Cuando amenaza  [Trump] con imponer esos aranceles a partir del primero de agosto, lo que quiere es impedir que su aliado Jair Bolsonaro, el expresidente del país, sea puesto por este proceso de una trama golpista. […] Luego de su derrota en las elecciones de aquel año y para impedir la toma de posesión de Lula en 2023, hay demasiadas evidencias sobre este plan golpista que demuestran cómo sería el paso a paso incluso de lo que iban a implementar. Había un documento que establecía un Estado de Sitio en el país, un estado de excepción y que daría el mando a los militares. Habían intercambiado mensajes,  por lo que ya se sabía que estaban vigilando al actual presidente Lula, al entonces presidente del poder electoral Alexandre de Mores, quien actualmente es magistrado de la Suprema Corte. Y el plan incluía exactamente la captura y asesinato de Lula, la captura y asesinato de su vice y la captura y asesinato del presidente del poder electoral.”

Brasil es uno de los países de sudamérica que vivió cruentas dictaduras militares durante el siglo XX. Según la Comisión de la Verdad en Brasil, más de 400 personas fueron desaparecidas o asesinadas entre 1964 y 1985 y también hubo alrededor de 50 mil  presos políticos. Durante su gobierno, el expresidente Jair Bolsonaro fue un negacionista de la dictadura militar, la calificó como una época gloriosa,  y expresó que se debería haber asesinado a más militantes, en lugar de solo torturarlos. Como vemos, para un político que ha normalizado la excepción al orden democrático, no resulta sorprendente que intentara un golpe de Estado como el del general Castelo Branco, en contra del presidente populista Joao Goulart. El 18 de julio se dio a conocer que Bolsonaro habría sido obligado a usar una tobillera, ante las sospechas de que podría huir hacia los Estados Unidos. Por su parte, Trump califica al juicio a Bolsonaro como una “cacería de brujas”, por lo que en castigo impuso nuevos aranceles de 50 por ciento a Brasil.



Aranceles del 50% a Brasil


¿Qué tanto podría afectar a Brasil un impuesto de 50 por ciento a sus exportaciones? De entrada, produjo una consecuencia positiva para su gobierno, pues las encuestas reflejan un aumento de popularidad de la imagen de Lula.  Pero, en términos económicos,  podría haber graves implicaciones: 


“Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil, por lo tanto, sí hay un impacto importante en que se impongan aranceles del 50%. Sobre todo al agronegocio, el principal sector nacional, pero también al sector energético. Brasil exporta petróleo a Estados Unidos y también minería; exporta además acero y hierro. Somos de los principales exportadores de hierro del planeta, por lo tanto se van a ver afectados esos sectores. Para tener una idea, en términos de volumen de este comercio, entre enero y junio de este año, Brasil exportó 166 mil millones de dólares, de los cuales 20 mil millones fueron a Estados Unidos. Casi 19% fue petróleo, un 14% fue acero y hierro y  un 6% y distintos rubros agropecuarios, de los cuales destacamos el café, y la naranja.  Brasil también es el mayor productor de  estos dos rubros en el mundo” comentó de Mello.

Los aranceles, por lo tanto, ponen a la derecha brasileña en una posición de necesidad de aliarse con el gobierno de Lula para intentar proteger los sectores de la industria brasileña frente al embate trumpista. De la forma en que se negocie el desescalamiento de esta tensión podría depender la posibilidad de continuidad del proyecto del Partido de los Trabajadores.



Retos y avances en la cumbre de  BRICS 2025


Este desarrollo político también es clave para la consolidación de los BRICS, que avanzan de forma zigzagueante, ante las fuertes presiones hacia algunos países por parte de la influencia del norte global. Por una parte, la de 2025 fue una reunión histórica que contó con la participación de México, y, por otra, se prefiguran los importantes retos que esta asociación traerá en lo que ya se configura como un cambio de época. 


“Lo que estos países están demostrando es que, por el volumen poblacional que tienen, por el desarrollo económico y tecnológico que ya han logrado, y por las reservas naturales que poseen, tienen la capacidad y la posibilidad de crear un nuevo tipo de alianza con nuevos mercados, y con una nueva perspectiva de cómo generar ese intercambio comercial […] Por ejemplo: en esta cumbre se esperaba —y ya había un borrador casi final del documento— la reglamentación y el lanzamiento del Acuerdo de Reservas de Contingencia. ¿Qué es eso? Sería una especie de Fondo Monetario Internacional de los BRICS, es decir, un acuerdo en el que cada país BRICS iba a aportar fondos de manera proporcional a su economía. Ese aporte formaría un fondo de reservas destinado a ofrecer préstamos a los países BRICS, o a sus socios, cuando se necesite. De esta manera, estos países no dependerían más de los préstamos del Fondo Monetario Internacional. […]. Sería un ataque frontal a una de las grandes estructuras del poder del dólar estadounidense y del imperio: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Otra propuesta que está en discusión desde hace tiempo y que podría avanzar en los próximos años, es la creación de un sistema o una moneda interna de pagos. No se trataría de algo similar al euro en la eurozona, o a lo que existió en Sudamérica con la propuesta del SUCRE —una moneda única— sino más bien de un sistema de compensación de pagos. La idea sería tener un denominador común para que, por ejemplo, Brasil pueda vender en reales y comprar a México en pesos mexicanos, o vender en reales a China y que China pague en yuanes. Para eso se crearía una especie de moneda compensatoria, un método común de pago”, abundó Michele de Mello.

Dichas propuestas no pudieron concretarse en la reunión del 2025, por lo que es una agenda pendiente para la próxima presidencia de los BRICS que se le otorgará a India, quien, a decir de Michele Mello, mantiene una posición ambigua al interior del organismo. Otro factor es la estrategia de  China, que se encuentra en plena confrontación con los Estados Unidos; mientras que Rusia sostiene una fuerte apuesta en la lucha por la reingeniería de la arquitectura financiera del mundo, así como de los organismos internacionales.


Te invitamos a ver esta entrevista completa en:


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