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¿Qué nos dice la estafa de la criptomoneda Libra sobre la Argentina de Milei?

Internacional

Actualizado: 19 feb

Por: Axel Garcia Ancira


El 14 de febrero de 2025, el presidente de la República Argentina, Javier Milei, colocó en la red social X una publicación promocionando una criptomoneda inspirada en su imagen, sus lemas y su proyecto político. No se trataba de una criptomoneda como cualquier otra, pues el propio nombre Libra, referenciaba al partido creado al vapor por Javier Milei, La Libertad Avanza, para las elecciones presidenciales de 2023. La página a la cual se ingresaba para adquirir el servicio financiero incluía la frase lema del libertariano: “Viva la Libertad”. Con todos estos elementos resultaba fácil que cualquier inversionista aficionado, seducido por el discurso del presidente, se sintiera respaldado por un jefe de estado para hacer dicha inversión y considerarla confiable.  Por si esto fuera poco, Javier Milei anunció la criptomoneda Libra como si se tratara de un proyecto para financiar “pequeñas empresas y emprendimientos argentinos”.  En pocos minutos una ola de inversores, que algunos cálculos sugieren fueron alrededor de 50 mil, compraron la moneda, pero pocas horas después, la cripto Libra sufrió una estrepitosa caída.  Esto consiste en un movimiento que se parece a las llamadas estafas piramidales; en este caso, los inversionistas mayoritarios esperan a que el activo financiero se aprecie, y luego retiran los fondos, dejando al resto con acciones basura o, en este caso, con una criptomoneda que ya no vale nada.  En la jerga del mercado digital a esta estafa se le conoce con varios nombres como rug pull o pump and pull.


La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, a pregunta directa sobre esta presunta estafa en la que habría participado Javier Milei, puso el eje de atención en que existe un problema ético cuando un presidente se presta con su imagen y sus redes a promover transacciones entre privados. Y aunque  justo en este argumento consiste la defensa de Milei,  (decir que la transacción  se redujo a un intercambio entre particulares) esta discrepancia entre los principios es lo que marca la pauta de un problema que va más allá de la defraudación de los inversionistas.  ¿Puede una persona como Milei que declaró que no siempre actúa como presidente, defender el bien público, al tiempo que hace campaña por empresas privadas?  Algunos analistas han señalado que incluso sin la estafa, este sólo hecho ya es una muestra fehaciente de un uso faccioso del poder, y de su incapacidad para mantenerse en el cargo.


Visiblemente nervioso, el lunes 17 de febrero Javier Milei declaró en una entrevista para el medio de derechas TN que él actuó de buena voluntad y que no conocía los detalles de la criptomoneda. Lo que no dijo es que esta criptomoneda tuvo su lanzamiento exclusivamente a partir del mensaje de Milei en la red social X, es decir, que la cripto Libra tuvo su única campaña de salida a partir del mensaje en la red del presidente argentino.  En pocas palabras, Milei no sólo no ve un problema en actuar como ejecutor de una campaña de publicidad, en la cual, en el mejor de los casos, fue utilizado a partir del lisonjeo de su imagen, sino que además queda de manifiesto que el papel que ha jugado durante años como especialista económico, capaz de desbancar a la supuesta “casta”, es incompatible con la falta de seriedad para el análisis de un producto financiero ligado a su propia imagen.  Esto en caso de que se quisiera creer que no es parte de una vulgar estafa a su propio pueblo y a miles de inversionistas en todo el mundo, en la cual él habría cobrado una fuerte suma por medio de su hermana Karina Milei. Incluso el propio Milei, aprovechando la falta de regulación de este tipo de mercados, podría ser uno de los beneficiados de la venta masiva de las criptos.  


En las redes sociales, se pueden leer decenas de mensajes de partidarios de Milei, pidiéndole ayuda después de que habrían invertido todos sus ahorros en Libra.  En la polémica entrevista, que se sabe fue censurada e interrumpida por el propio ministro de economía Luis Caputo cuando Javier Milei accidentalmente se autoinculpó, el presidente de Argentina sólo atinó a dar como respuesta a los defraudados que ellos sabían en lo que se metían.  “Si vos vas al casino y perdés plata, sabías que podía pasar". ¿Qué nos dice este episodio sobre el manejo de la economía argentina del autoproclamado primer presidente libertario de la historia. ¿Para Milei la economía argentina es como si el país fuera un casino? Para conocer a fondo qué nos puede revelar, entrevistamos al doctor en economía Oscar Rojas de México y al analista en temas políticos y económicos de Argentina, César Gramajo. 


Para Gramajo, la economía argentina tiene características de una estafa a gran escala, y perfectamente planificada, lo cual ocurre bajo el esquema de la compra de bonos y de carry and trade, también conocido en términos populares como la bicicleta financiera, la cual consiste en aprovechar la alta tasa de interés en un país para hacer inversiones de corto plazo.  “Quien tiene inversiones en bonos o en el carry trade que hoy se está llevando a cabo no tiene el riesgo de perderlo [como en un casino], está garantizado que va a ganar dinero por el superávit fiscal, obtenido gracias a los recortes a las jubilaciones, políticas públicas, programas de salud, a los salarios de los docentes, y a todo aquello que pueda representar un cierto bienestar de la población.  Además está garantizado por el FMI que, si no  fuera suficiente con el dinero de los jubilados, pondría el dinero para que después los argentinos lo paguen. En los casinos la gente pierde, o puede perder,  en Argentina el tipo que viene a invertir en bonos argentinos no va a perder, porque hay gente que ya está perdiendo para que él no pierda.” Este funcionamiento de la economía argentina recuerda las peores crisis económicas de los años 70 del ministro de economía de la dictadura militar, Martinez de Hoz, quien tenía entre su programa todos los dogmas del neoliberalismo, y que terminó con una inflación del 160% y el crack bancario en 1980.


Dos de las principales promesas de campaña de Milei eran dolarizar el país y desaparecer el banco central, lo cual, aunque está muy lejos de ser realidad, representa un idilio propicio para la especulación financiera. En la promoción de la criptomoneda Libra, Javier Milei podría haber sido víctima “de su ceguera ideológica casi fanática, sobre los mercados desregulados”, en palabras de Gramajo.  Para el Dr.  Óscar Rojas, es un signo que nos recuerda que la desindustrialización de Argentina alinea al país con los dogmas de modelo neoliberal que pretende operar sin restricciones, por lo que -en términos globales- Argentina: “efectivamente es una economía de casino. Lo que hacen los estados es retirarse para permitir que las relaciones de especulación y de dominio financiero sean las que dominen los destinos. Recordemos que una economía, si ha decidido no crecer, ni evolucionar su forma industrial, entonces ha decidido estabilizarse en determinado equilibrio macroeconómico abstracto, es decir, la inflación y el tipo de cambio, para permitir que un territorio se vuelva susceptible de albergar cada vez más montos especulativos”.


El fenómeno de Milei en Argentina no surgió de la nada, sino que es una apuesta radical de una élite económica, la cual decidió aprovechar una crisis económica y política para instaurar un modelo que fuera propicio para la defensa de negocios privados de las industrias petroleras, y los sectores agroexportador, y financiero. Por ello, más allá de sus exabruptos públicos, y su provocación continua contra la población LGBT, las mujeres, y hasta contra el Papa, puede ser visto no sólo como la expresión recalcitrante y más retrógrada entre las nuevas derechas, sino como la versión más acabada de un sistema capitalista neoliberal que recurre a estos personajes como estrategia desesperada para contener su caída. Para Oscar Rojas, el experimento social de la Argentina bajo un presidente anarcocapitalista nos permite “voltear a ver las contradicciones que podemos tener todavía en México, y que son derivadas de este proceso, en este momento en el cual el sistema capitalista se está mostrando en su estridencia final. Así, podemos pensar en las posibilidades de construir otros modelos económicos que vendrán”.  Mientras que el economista César Gramajo, recomienda que “desde el Norte y desde todos los países de la América  morena, tener en cuenta no tanto este experimento, sino cuál fue su génesis. ¿Cómo fue posible que una persona con estas características y con este tipo de discurso llegase a donde llegó, a gobernar una nación de 45 millones de habitantes. [...] Después, todo lo demás quedará en la historia casi de la estulticia americana, pero sí es importante no cometer los errores que los argentinos hemos cometido.”


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