En vísperas de la conmemoración del aniversario 114 de la Revolución Mexicana, el cineclub de la Coordinación Internacional del INFP proyectó la película Reed: México Insurgente (Paul Leduc, 1973) por ser un filme que da cierre al ciclo dedicado al 68, y al mismo tiempo ser una de las películas más importantes para reflexionar sobre la revolución social más importante en el siglo XX en América Latina.
Durante la presentación se hizo énfasis en la importancia del cine como una herramienta de lucha militante, y en particular en cómo la película Reed: México Insurgente es una obra cuyo tema principal está en la pregunta del papel que juegan las juventudes y los intelectuales ante un evento revolucionario que podrían ver, en un inicio, como ajeno a ellos.
Reed: México Insurgente es un filme independiente, que se conecta con el llamado Nuevo Cine Latinomericano. Basada en el célebre libro del periodista estadounidense John Reed, es una película que se enmarca en algunos acontecimientos de la Revolución Mexicana tras el asesinato de Francisco I. Madero, y de la Convención de Aguascalientes. El filme destaca ante la mayoría de la filmografía de la Revolución Mexicana por ser una obra en donde se ven distintas posturas en torno a las razones de la lucha, y no como muchas películas históricas que reducen la Revolución Mexicana a una mera escenografía para un melodrama, explicó en la presentación Axel García.
Reed está representado por Claudio Obregón (El callejón de los Milagros, 1995; Actas de Marusia, 1977; Pedro Páramo, 1967). El filme relata sus peripecias por el norte mexicano como fotógrafo y corresponsal de guerra. Durante su trayecto conoce y se gana la confianza del General Urbina, llega al despacho de Venustiano Carranza, y finalmente tiene una larga entrevista con Pancho Villa. Durante este viaje, John Reed se enfrenta a una realidad que no conoce, y que como “gringo”, le parece ajena, no obstante, en su andar también combate sus propios miedos, y confronta los fantasmas que lo paralizan en su toma de conciencia revolucionaria.
A pesar de ser una película clásica de la Revolución Mexicana, a menudo resulta poco conocida comparada con películas como las de Fernando de Fuentes o Emilio “El Indio” Fernández. Haber sido una película filmada en 16 milímetros ayudó a que circulara en los circuitos universitarios como una pieza de cine político que, además de abordar algunos hitos de la Revolución Mexicana, sirvió como un catalizador de ideas respecto al papel de las y los universitarios tras las represiones de 1968, 1971, y el recrudecimiento de la Guerra Sucia contra las juventudes rebeldes, quienes decidieron tomar las armas contra el Estado mexicano. En más de un sentido es una película hija del 68. No obstante, por este formato semiprofesional, tras su circulación semiclandestina, la película quedó escondida bajo un velo de olvido, por lo que es labor de la militancia y del cineclubismo rescatarla, se comentó.
En el debate, se habló del particular estilo sepia que tiene la película, emulando a los inicios del cine documental en el siglo XX. También se comentó la influencia que tuvo la obra de Juan Rulfo en la estética de la película, y en el papel del silencio y los diálogos incidentales como una forma de representar respetuosamente a una población mexicana, a menudo estereotipada por los medios masivos de comunicación. Estos elementos estéticos, también son clave para la audiencia de nuestros días que puede transportarse al inicio del siglo, y encontrarse en ese momento histórico, enfatizó Adriana Marín. Las participantes, hicieron énfasis en que esta película ayuda a ser conscientes del papel histórico de las luchas, “y de como antes y ahora más que nunca, todo por lo que luchan las y los militantes de la izquierda, es por los que vendrán”.
El filme cierra con la narración de cómo continúa la vida de John Reed tras los acontecimientos narrados en México Insurgente. Reed, además de ser un testigo de primera mano de la Revolución Mexicana, también atestiguó la Revolución de Octubre, la cual dio origen al nacimiento de la URSS. Su libro Diez días que estremecieron al mundo es una pieza imprescindible en la historia de la literatura de las revoluciones, y es uno de los trabajos periodísticos más influyentes de todos los tiempos.
La Coordinación Internacional del INFP cierra este segundo ciclo de cine internacional en Nogal 122, Sta. María la Rivera en la alcaldía Cuauhtémoc con juventudes del partido, vecinos y vecinas, y personas motivadas por la convocatoria para seguirse formando políticamente y debatir acerca de la importancia de los movimientos sociales y revoluciones en la historia de México.