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Chile: Jara contra el fascismo. Hacia la segunda vuelta

  • INFP
  • hace 3 días
  • 4 Min. de lectura

Entrevista a Karina Oliva - Partido Popular de Chile

Por José Axel García Ancira Astudillo

Coordinación Internacional del INFP Morena 



Chile continúa siendo un enigma, luego de que tras conocerse los primeros resultados electorales del domingo 16 de noviembre se confirme la anunciada segunda vuelta en donde se prevé que las candidaturas de derecha puedan estrechar su alianza para hacer presidente  al ultraderechista Federico Kast del Partido Republicano Chileno. Para intentar impedirlo, la contendiente es Jeanette Jara, del Partido Comunista,  quien se alzó como la candidata más votada al llegar al 26.85% de los votos, frente al 23.92% de Kast.  Visto así, parece que llevara la delantera, pero en la planilla había al menos un candidato más de ultraderecha, incluso más radical que el propio Kast, Johannes Kaiser, quien obtuvo 13 por ciento de los votos, por lo que podría suponerse que la transferencia de estos votos es casi en automático a Kast, y muy difícilmente Jara podría “rascar” de ahí sufragios. ¿Qué votos podría entonces conseguir Jara? Es necesario entonces ver que aún con estos dos proyectos de derecha juntos, sólo llegarían al 37%, por lo que la posibilidad de crecimiento de Jara podría estar hacia el llamado “centro”. 


Ahí entra como factor  el tercer lugar,  Franco Parisi, un personaje que no se asume ni de derecha ni de izquierda, sino que se trata de un candidato que parece aprovechar la insatisfacción de parte del pueblo chileno con la gestión de Boric, dando “respuestas concretas” a problemas que parecen más de eficiencia de gestión. Parisi también se centra en un discurso demagógico de crítica a los impuestos. Concentró casi 20% del electorado;  pero ¿estará ahí el grueso de la población que podría darle la oportunidad a Jara? Entrevistamos a Karina Oliva  del Partido Popular de Chile, quien lo caracteriza así:  


“Es la gran sorpresa electoral. Su eslogan era ‘ni facho ni comunacho’. Él se define como un candidato que refleja el sentir de la clase media chilena, la PyME, la gente que trabaja todos los días […] Él también tiene un discurso fuerte contra las mujeres y el feminismo. Logra mucha votación en zonas mineras, defendiendo que los mineros debieran “hacer lo que quieran con su dinero”, incluso pagar cirugías estéticas de sus parejas, hablando de “enchular a la vieja”. Ese electorado siente malestar tanto con los privilegios de la derecha empresarial como con los de las izquierdas elitizadas. Es un discurso meritocrático y aspiracional, pero también antimujeres y antifeminismos.


La próxima elección depende en gran medida en la forma en que se Jara logre disputar el sentido común neoliberal de gran parte de la población. Hay enormes desafíos en cuanto a la identificación de la relación de la calidad de vida con los proyectos económicos nacionales, al punto de que algunos relacionan la viabilidad del país con la derecha, y la sumisión a los intereses de los Estados Unidos. 


[La propuesta de Jara] –explica Oliva–  “no es querer abandonar este ideario supuesto de que Chile está en el primer mundo en términos tecnológicos o económicos, sino más bien lograr tener una estabilidad económica que no merme la vida y la dignidad de las personas, como ha venido siendo desde el año 75, en que se cambió el sistema económico nacional.


Y [explicar] cómo no podemos seguir tolerando la presión norteamericana para cada una de las gestiones que el gobierno de Chile y la soberanía de nuestro país necesitan. Y al mismo tiempo, cómo también [desde la izquierda] le hacemos sentido a las pequeñas y medianas empresas que hoy día prefieren votarle a un Franco Parisi que, en realidad, lo que dice es puro “sentido común” en términos del relato y el discurso, pero sin una consistencia fuerte para sostener eso en el tiempo en términos incluso políticos”


En este sentido, es importante reparar en cómo será la estrategia de la candidata. Mientras algunos analistas auguran  que tendrá que esconder su vena comunista para poder arrancar votos al centro, para Karina Oliva, la respuesta es más compleja, porque piensa que la gente no vota por la derecha necesariamente porque se identifique con sus ideas, sino como una reacción en búsqueda de propuestas que “les hagan sentido” con sus necesidades de clase. Así en palabras de Karina Oliva, Jara deberá tener una propuesta concreta que no sólo comunique desde miedo al fascismo, sino que sea capaz de generar entusiasmo entre el electorado, incluyendo al gran número de personas que anularon su voto:

“Yo creo que la idea del mal menor no va a funcionar—, sino que más bien debe  ir a conquistar al electorado. Esto no es lo mismo, en términos generales, de lo que fue la elección 2021, que el presidente Gabriel Boric no gana porque la gente votó; Gabriel Boric ganó porque no quería que ganara Kast. El desafío de Janet Jara es lograr ir a conquistar un electorado que le puede ir a votar, ir a conquistar incluso ese electorado que tampoco le votó a José Antonio Kast o a algún otro, y que tampoco le votó a Janet Jara, porque son 500 mil votos de personas que votaron nulo y blanco. O sea, que tampoco es una cifra menor; es prácticamente un 3% del electorado que participó de la elección. Entonces, hay algo que todavía no está dicho, que es un desafío político en definitiva: construir una épica para dar vuelta a lo que toda la prensa empresarial te está diciendo todos los días, y lo que también la derecha más dura quiere lograr consolidar, que es como que aquí en realidad ya se resolvió la elección” recalcó Karina Oliva. 


Te invitamos a ver la entrevista completa en:


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