Análisis: Milei triunfa en elecciones argentinas | Colombia: la encrucijada de la sucesión y el asedio de Trump
- INFP
- hace 6 días
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Entrevista a Ayelén Magnin y Paola Pulgarín
Por J. Axel García Ancira
Coordinación Internacional del INFP Morena
América Latina se encuentra bajo asedio. La región vivió un fin de semana turbulento en donde el pueblo salió a las calles en dos de los más importantes países de la región, en las antípodas de sudamérica. Pero los resultados no podían ser más contrastantes: mientras que en el proceso colombiano salieron fortalecidos de una histórica jornada con vías a preparar la sucesión del Presidente Gustavo Petro; en Argentina, contra todos los pronósticos, el gobierno del ultra derechista y sionista Javier Milei tuvo un importante respaldo popular que lo enfila hacia una profundización de su modelo económico.
Donald Trump es un personaje principal en ambos países: en Argentina el precio del dólar está sostenido por fuertes inyecciones de dinero del presidente de los Estados Unidos, quien parece haber sido el principal elector de los comicios legislativos del 26 de octubre. Los costos de esta ayuda aún no se conocen, y se habla de pérdida de soberanía sobre el litio, mayor presencia militar y el desembarco de JP Morgan para cerrar los acuerdos, Pero en Colombia, Trump también protagonizó una fuerte agresión imperial e intervencionista contra el Presidente Petro y su familia, a los que acusó de estar implicados en narcotráfico. Para abordar con mayor profundidad la vibrante actualidad política, invitamos a nuestro programa semanal de entrevista Reflexiones de Sur a Norte a la documentalista Ayelén Magnin, de Argentina, y a la Secretaria Internacional de Colombia Humana, Paola Pulgarin.
¿Elección o extorsión en Argentina?
No es fácil dar un sólo diagnóstico sobre lo ocurrido en Argentina, en donde el pueblo acompañó con más del 40 por ciento de los sufragios el proyecto de La Libertad Avanza, partido creado al vapor por Javier Milei y que ahora se constituye en la fuerza política más votada en el país. Las elecciones parecían un plebiscito de refrendo o contención para un gobierno que ha aumentado los niveles de pobreza, los precios de los combustibles, y además congeló la mayor parte de los salarios y mantiene un apretado equilibrio fiscal a cambio de someter al pueblo argentino a fuertes medidas de ajuste, tarifazos al transporte, aumentos a precios de la gasolina, recortes en salud, educación, y congelamiento de la obra pública.
Sin embargo, los resultados son aún más sorprendentes si se considera que el partido oficialista había perdido las elecciones locales en la provincia de Buenos Aires, –la más grande del país– hace apenas unas semanas. Ante esto, la derecha echó “toda la carne al asador”, para respaldar a Javier Milei, lo cual incluyó oligarquías locales, y un fuerte respaldo internacional de Donald Trump, quien vio en el presidente Argentino una posibilidad de inversión para obtener, según sus propias palabras, increíbles ganancias en poco tiempo. Así, aunque a simple vista parece inexplicable el apoyo popular e interclasista al partido LLA, parte de la explicación está también en el desgaste del sistema de partidos y el poco entusiasmo que generaron las elecciones de medio término en la gente, que registraron bajos niveles de participación. Para Ayelén Magnin:
“Es importante saber que no se esperaba que La Libertad Avanza sacara un 20 %, se esperaba que sacara un 35 %. Entonces, estos resultados son cinco o seis puntos más de lo esperado. Y la realidad, desde mi análisis, es que las elecciones de medio término, si bien son unas elecciones que le permiten a la población renovar las parcialidades de su Cámara de Diputados y de Senadores, son también una forma de refrendar a los gobiernos. Siempre fungen como una especie de referéndum donde la población aprueba o desaprueba la gestión en curso… Y hoy vuelve a ganar la antipolítica: la antipolítica sigue estando muy presente a la hora de escuchar a los votantes.
Estuvimos haciendo coberturas de este proceso durante la semana, y mucha juventud elegía votar a Javier Milei porque es un fenómeno masivo. Sin embargo, también decía: “Yo en la política no creo”, lo mismo que se decía en las presidenciales. Ahora, más allá de estos análisis, bueno, otro de los vencedores —no por desmerecernos a nosotros como campo nacional y popular—, esta vez no solo nuestro contrincante era Milei o el statu quo o las hegemonías económicas nacionales, sino que esta vez la pelea fue directamente contra Trump, contra Scott Besen.”
El intervencionismo de Trump, con inyecciones de liquidez por 40 mil millones de dólares directamente del gobierno de los Estados Unidos fue fundamental, pero también se leyó como una extorsión, pues Trump amenazó al electorado argentino con que si el gobierno no ganaba las elecciones les “soltaría la mano”, lo cual fue entendido como devaluación y crisis.
“Estamos hablando de que a Milei la semana pasada vino a rescatarlo directamente Trump. O sea, no sólo inyectó una suma imposible de devolver a la Argentina con el SWAP, con el secretario del Tesoro directamente prestando el dinero, ya no a través de fondos internacionales. Desembarcó en el país el JP Morgan, aviones y aviones que vinieron a ver cuáles iban a ser los activos con los cuales iban a cobrar esta deuda que le inyectaron. Los banqueros nunca pierden [...] No estamos devaluando y no estamos en una crisis económica increíble solo porque vino el secretario del Tesoro y le dio todo el dinero que Milei necesitaba para contener la economía, a cambio de la pérdida de soberanía.”
Con la utilización del trauma social de la inflación del último gobierno peronista, además de la persecución política que mantiene en prisión domiciliaria a la principal dirigente política del país, se condicionan el que parte del electorado siga votando por la opción política de Milei. Si bien, con un peso importante de los medios masivos de comunicación que han actuado como personeros de los grandes consorcios económicos, para una parte importante de los electores, el peronismo no se percibe como una opción política capaz de emocionar con un proyecto, porque la vuelta al pasado inmediato también es vista como un retroceso.
“Entonces, si vos sos un ciudadano de a pie y ya estás llegando a fin de mes con lo justo—, y te dicen que si este gobierno no continúa y vuelve la gestión anterior, de la cual tenemos un trauma como sociedad, que fue la devaluación muy alta en el último periodo de Alberto Fernández bajo la conducción de Sergio Massa, la gente no quiere volver a esa devaluación. Estos son los factores que están detrás de estas elecciones. La esperanza de un grupo poblacional muy importante que votó a Javier Milei para que llegara a la presidencia y que, a la hora de refrendarlo, dice: Quiero seguir creyendo en que esto es posible, en que algo se puede hacer. Porque las consecuencias de la pérdida de soberanía, las consecuencias de estar entregando la gestión de tu agua, de estar entregando territorio patagónico, de estar adquiriendo deudas desmesuradas con organismos internacionales, con bancas privadas no se ven hoy, se van a ver cuando lleguen los vencimientos de esas deudas”, destacó Ayelén Magnin.
Iván Cepeda, llamado a ser sucesor de Petro
La sucesión entre los proyectos del ala progresista es uno de los retos más importantes, pues el caudillismo y la vinculación de ciertos procesos a figuras carismáticas que parecen insustituibles son un freno a los procesos de izquierda en la región. Incluso una de las explicaciones sobre el modesto resultado de Fuerza Patria en Argentina está en el desgaste que produce entre el electorado la pugna por la dirección del peronismo. En Bolivia, este tipo de fenómeno abrió la puerta a las derechas de hacerse del poder por medio de Rodrigo Paz, y en Brasil, en 2018, la persecución política contra Lula abrió la puerta a la llegada de Bolsonaro, pues ante la prisión del histórico líder del PT la idea de transmitir su intención de voto a Fernando Hadad resultó un fracaso. Por eso la elección de Iván Cépersa en un proceso amplio y transparente es un primer paso para la consolidación de la transformación en Colombia.
Paola Pulgarin, desde Colombia nos da algunas claves para entender el perfil de la coalición de izquierdas llamado a relevar a Petro.
“Iván Cepeda es una persona respetada y coherente en este proceso de izquierda. Hace parte de la fuerza Polo Democrático, de la cual Gustavo Petro también hizo parte en el pasado, y creo que es conocido por su larga lucha contra Uribe quien es una de las personas que dirigen esas fuerzas de derecha en el país y el responsable del famoso caso de falsos positivos —mal llamados falsos positivos, en realidad: ejecuciones extrajudiciales—. Es Iván Cepeda quien, en su labor de gran abogado, lleva este proceso. Para los que no saben, este año Uribe fue condenado en primera instancia, uno de los primeros presidentes condenados. Y eso es gracias a muchas personas del Pacto Histórico, pero principalmente a Iván Cepeda. Es la persona que nosotros creemos que va a ser el próximo presidente de Colombia, y así lo esperamos.”
“El estilo de Cepeda respecto al de su antecesor marca algunas diferencias, pero su liderazgo se está fraguando gracias al apoyo popular, fuera de las grandes ciudades, que es donde se podría estar construyendo una base social que marque una nueva época en la lucha política en Colombia. Fue muy determinante para nosotros porque, a pesar de que su padre fue asesinado y de haber pasado por una larga enfermedad, Iván Cepeda siguió en la lucha y en la representación de las víctimas del conflicto armado en Colombia, que no son pocas; son muchas las que han sido exiliadas en el marco de este conflicto interno. Los debates que ha tenido Iván Cepeda se caracterizan por su coherencia. No es una persona como Petro, que suele lanzar discursos poéticos —y quizás por eso muchos y muchas de acá admiramos esa figura—, pero es alguien muy coherente, de trabajo constante, comprometido con el pueblo, no solo con las víctimas del conflicto armado, sino también con las luchas populares y los territorios.”
Mientras Estados Unidos continúa su avanzada que ya ha cobrado víctimas en aguas internacionales del Pacífico, las y los analistas críticos hacen énfasis en que no puede verse estas acciones militares sólo como un intento de control de las rutas del tráfico de drogas, lo cual podrían hacerlo en sus propias aguas territoriales, y no con ejecuciones extrajudiciales. Las amenazas y ataques personales al Presidente colombiano confirman que la estrategia del gobierno de los Estados Unidos implica un intento violento y desesperado por recuperar posiciones, con las que han llegado a tener en Colombia hasta 7 bases militares. Para Paola Pulgarin, la estrategia de los Estados Unidos confirma que intenta la recuperación de lo que considera una zona de influencia perdida:
“Hace unas semanas se anunció la descertificación de Colombia por parte de Estados Unidos en la lucha contra las drogas. Esta situación refleja dos asuntos importantes. El primero es la histórica relación entre Colombia y Estados Unidos en torno a la política antidrogas. El segundo es el valor geoestratégico de Colombia: un país con acceso a dos mares, cercano al canal de Panamá, y con una ubicación que permite conectar el Atlántico y el Pacífico por tierra. Militarmente, es un territorio clave, y en gobiernos anteriores se destinó un alto financiamiento a las fuerzas armadas, con apoyo de Estados Unidos y también de Israel, cuyos soldados han venido a entrenar militares y mercenarios colombianos. Esa relación tiene una larga historia. Cuando llega un gobierno como el de Gustavo Petro, Estados Unidos reacciona con desconfianza, porque ya no se siguen sus directrices: no se desplaza a los campesinos, no se aceptan las bases militares donde ellos quieren, ni se permite el control de nuestros mares o recursos naturales. Ellos vienen por todo: por el agua, por los alimentos, por las materias primas que escasean en su propio territorio. Nosotros hemos sido su patio trasero durante mucho tiempo, pero ahora no queremos seguir siéndolo. Por eso, Trump se ha manifestado en contra del presidente Gustavo Petro, quitándole la visa estadounidense a él y a sus funcionarios, descertificando al país, incluyéndolo en la lista Clinton. Y, seguramente, esa lista seguirá creciendo”, concluyó Pulgarín.
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